lunes, 15 de diciembre de 2008

Varices

La Organización Mundial de la Salud define las varices (no avarices)como "dilataciones de las venas que con frecuencia son tortuosas". Curiosamente la OMS está de acuerdo conmigo. El término insuficiencia venosa crónica se refiere a la dificultad del retorno venoso de las extremidades inferiores causando las varices.

La sangre se oxigena en los pulmones y el corazón la bombea al resto del organismo a través de las arterias, para aportar ese oxígeno a todos nuestros tejidos, recogiendo de éstos, los productos de desecho, fundamentalmente CO2. Una vez que ha oxigenado a nuestros órganos, la sangre no se puede quedar en ellos, tiene que iniciar el camino de vuelta al corazón y los pulmones para desprenderse del CO2 que ha recogido y volver a oxigenarse y así reiniciar el ciclo.

Ejercicio práctico, que siempre me confundís las arterias con las venas.
Arteria: lleva sangre limpia del corazón al resto del cuerpo.
Vena: lleva sangre sucia del cuerpo al corazón.

Para subir la sangre desde los miembros inferiores hasta el corazón disponemos de distintos mecanismos para vencer la fuerza de la gravedad. Hacer el pino funciona, pero no lo suelo recomendar a mis pacientes. Cuando alguno de esos mecanismos falla, la sangre se estanca en las venas, sus paredes se dilatan y su estructura y función se alteran apareciendo los síntomas.

Estar mucho tiempo de pie, a pie quieto, favorece extraordinariamente la aparición de la insuficiencia venosa crónica y, subsecuentemente, las varices, por lo que cualquier persona puede padecer la enfermedad, aunque es más frecuente en las mujeres y tiene una mayor incidencia en obesos y personas cuya actividad profesional exige estancias prolongadas de pie.

Síntomas

Muchas veces no produce ningún síntoma, salvo el problema estético de las varices.
Cuando sí se producen síntomas éstos son los más habituales:
• Piernas pesadas. Sensación de cansancio permanente, que mejora con la elevación de la extremidad y el frío y empeora con la bipedestación y el calor.
• Dolor.
• Calambres, sobre todo nocturnos.
• Hinchazón de pies, tobillos y a veces piernas, que empeoran con la bipedestación y mejoran con el reposo nocturno (al contrario que en las enfermedades reumáticas, en donde la hinchazón es mayor al levantarse de la cama por las mañanas).
• En estadios más avanzados pueden llegar a producirse cambios en la coloración de la piel (al principio muy rojas pudiendo llegar a gris oscuro) e incluso úlceras de éstasis (el éxtasis era el de Santa Teresa, que no sé si tendría varices).

Cómo se diagnostica

• La historia clínica y la exploración suelen ser suficientes para hacer el diagnóstico.
• La eco-doppler (una ecografía similar a la que se emplea para ver a los bebés en la barriga) se utilizar para examinar si hay trombos en las varices.
• La flebografía con contraste consiste en inyectar un contraste en las venas para verlas mediante las radiografías. Es una técnica que muy pocas veces se necesita.

Tratamiento

No existe tratamiento curativo que permita recuperar totalmente el daño producido en el sistema venoso. Que no se pueda curar no significa que no se pueda mejorar y mucho.

La utilización de medias de compresión elástica progresiva es la parte más importante del tratamiento. Pueden ser incómodas en verano pero es especialmente importante su uso en esta estación ya que, el calor existente, empeora el retorno venoso.

La cirugía de las varices es aceptada como el método terapéutico más eficaz y de mejor pronóstico, aunque no siempre está indicada y puede no ser suficiente.
Algunos tipos de varices son subsidiarios también de tratamiento esclerosante y/o de terapéutica con láser. Existen además algunas medidas higiénico-dietéticas y posturales de cuyo cumplimiento depende no sólo el control de la enfermedad sino también el resultado y la evolución posterior de cualquiera de las técnicas mencionadas. Algunas de estas medidas son:
• Evitar el sobrepeso.
• Practicar un deporte adecuado (paseo, natación).
• Evitar las fuentes de calor.
• Refrescar las piernas con baños de agua fría.
• Evitar el estreñimiento.
• Evitar el uso de ropa demasiado ceñida.
• Utilizar calzado con un tacón de 3-4 cm; evitar tacón alto y zapato plano.
• Elevar ligeramente los pies de la cama.
• Masajes en las piernas.
• Evitar la toma de anticonceptivos orales.
Por último, existe en el mercado una amplia variedad de fármacos venotónicos que mejoran el funcionamiento del sistema venoso y alivian eficazmente los síntomas.

El pronóstico dependerá de cada caso pero, como ya se ha expuesto, no existe ningún tratamiento definitivo que permita curar la insuficiencia venosa crónica. Así, independientemente del tratamiento que se aplique, la utilización de soporte elástico y la observación de las medidas generales citadas constituyen la base del éxito en el control de la enfermedad. Ambos factores suponen, asimismo, la única forma de luchar contra la aparición de nuevas varices después de la cirugía.

PD: una paciente con insuficiencia venosa crónica me confesaba compungida que era muy variciosa. Yo le pregunté ¿variciosa? y ella me respondió: variociosísima.

3 comentarios:

Luna dijo...

¿Como hacéis en esto casos para evitar la risa?

Saludos

Juan dijo...

No la evito. En serio. Evito por ejemplo la repugnancia cuando alguna vez me han vomitado en la cara, por ejemplo, pero nunca la risa.

Como ponía en una entrada previa, en los primeros años, sufría con los enfermos, pero me dí cuenta de mi error. Ahora me rio con ellos (que no de ellos). La risa tiene un poder inmenso, no para curar, pero sí para aliviar.

Cuando me dijo lo de variciosísima nos reimos los dos a carcajada limpia. La comunicación que se estableció posteriormente fue magnífica.

Un abrazo Luna

Luna dijo...

¡¡¡genial!!