domingo, 15 de noviembre de 2009

Obesidad

Engordar o adelgazar depende de tres factores: las calorías que ingerimos, las calorías que gastamos y el líquido que retenemos.

Calorías que se ingieren
Las calorías que ingerimos en la alimentación es el factor más importante. Si se consumen productos hipercalóricos, con muy escaso volumen obtenemos la cantidad de calorías que gastamos y, sin embargo, nos parecerá que apenas hemos comido.

En las calorías que ingerimos entra de lleno el autoengaño. La mayoría de obesos creen que comen mucho menos de lo que realmente comen. Se dice que el mejor medio de perder peso es preguntando a un obeso por lo que come y comer exactamente lo que “dice” que come.

Las calorías que gastamos
Dependen, en buena parte, del ejercicio que hagamos. Pero no sólo del ejercicio, sino también de nuestros genes.

En la lucha por la supervivencia, aquellas personas más eficientes en el consumo de calorías, han sido las que han tenido más probabilidades de sobrevivir en un entorno hostil con escasos alimentos. Estas personas consiguen hacer las mismas cosas que otras con un gasto energético menor (es como un coche que gaste más o menos gasolina para hacer los mismos Kms). Con poco alimento sobreviven mejor que los que necesitan gastar mucha energía en hacer las mismas cosas.

Pero esto es fantástico en un entorno hostil, con escasos alimentos. Sin embargo, como sucede en la actualidad, si los alimentos abundan, se tendrá más propensión a engordar.

En diversos estudios se han comparado a personas con facilidad para engordar con otras con facilidad para estar delgadas y se ha encontrado que los movimientos de los primeros son mucho más pausados que los de los segundos. Tienden a sentarse más fácilmente y a realizar menos ejercicio "inútil". Andan más despacio y moviendo menos los brazos y otras partes del cuerpo (con lo que gastan menos al andar). Existían otras diferencias más en cuanto a gestos y movimientos que no recuerdo bien, pero que en suma conseguían un uso más eficiente de la energía y gastaban menos calorías para hacer las mismas cosas. Todo esto está determinado genéticamente.

Otra cuestión muy importante es el factor "termo". Gastamos una cantidad de energía para el mantenimiento de nuestra temperatura corporal. Si se está obeso, la gran cantidad de grasa, hace que se aísle térmicamente el cuerpo y la pérdida de energía es menor, por lo que hay que gastar menos calorías en mantener los 36º de temperatura de nuestro organismo. Por eso, cuanto más gordo se está, con muy poco que se coma es suficiente para mantener el peso. Por el contrario, en personas muy delgadas, al no tener grasa, no existe aislamiento térmico (el termo es de muy mala calidad) y necesitan consumir muchas calorías para el mantenimiento de la temperatura corporal. Por eso estas personas se hinchan de comer y no engordan. Hay un dicho, que es totalmente cierto: es más fácil hacer adelgazar a un obeso que hacer engordar a un delgado.

Se conocen algunos genes implicados, pero no todos, que consiguen un uso eficiente de la energía. Pero sí se sabe que existen.

Estos genes no pueden servir como excusa para engordar hasta el infinito. El que los tenga, no se puede amparar en ello y echar toda la culpa de sus Kilos a los genes, porque también existe la voluntad para que, en el caso de tenerlos, comer menos y mejor y hacer más ejercicio.

Acúmulo de líquidos
Cuando se acumulan más líquidos de la cuenta, siempre se debe a una enfermedad, excepto en el embarazo. Puede ser un trastorno hormonal, alérgico, una enfermedad cardiológica, renal o hepática. Pero es fácil saber si se acumulan líquidos porque, con una exploración simple, se averigua.

¿Cómo adelgazar?
Sin duda, con sufrimiento.

Hay que ingerir menos calorías de las que se gastan. Así de simple. Si se ingresan pocas calorías y se gastan aún menos, engordaremos.
No vale comparase con la vecina hiper delgada que come como un camionero. No sirve de nada, porque la vecina puede hacer mucho más ejercicio que nosotros o simplemente tener unos genes más propicios.

Tampoco vale el autoengaño: si acumulas grasa no te quepa duda que has comido más calorías que las que has gastado.

Tampoco vale la resignación ante unos malditos genes ahorradores. Los genes no son determinantes absolutos de la obesidad sino que sólo provocan una facilidad mayor para engordar. Depende de tu voluntad estar delgado a pesar de tener genes desfavorables.

Con respecto a la dieta, es importante que sea regular, que no te hinches en un momento y dejes de comer durante muchas horas. La alimentación sana consiste en comer de todo, sin excesos y regularmente. Un buen desayuno es fundamental y lo ideal es hacer cinco comidas al día: desayuno fuerte, tentempié a media mañana, como una fruta, almuerzo medio fuerte, sobre todo a base de legumbres, merienda suave y cena muy suave (ensaladas, frutas).

Con respecto al ejercicio, éste debe ser aeróbico y progresivo. Sin prisas pero sin pausas.

7 comentarios:

Lenka dijo...

Resulta muy interesante y útil conocerse uno mismo, tener más o menos controlado "cómo funcionas". De esa manera te es más fácil equilibrarte compensando aquellas cosas que (por enfermedad, genes o lo que sea) no andan del todo bien. Como dices el abandono y la resignación no son opciones ni podemos acatarlos como excusa. Creo que debemos hacer lo posible por estar lo más sanos posible.

Ojo, sanos. Creo que no es insano ni preocupante que una persona tenga cinco kilos de más. Si su cuerpo funciona bien, todo está dentro de lo saludable y la única "pega" es estética, no creo que pase nada. Claro, uno puede decidir si lucha contra esos cinco kilos o los deja estar, si le compensa o no. Perfecto.

Quiero decir que no creo que debamos abandonarnos (tengo un problema hormonal y retengo líquidos, toda mi familia es rellenita, no puedo hacer nada) cuando la salud está en juego. Por nosotros mismos nos conviene mejorar ese estado de salud. Por nuestro corazón, nuestro estómago, nuestros huesos, nuestra calidad de vida. Ahora, también es positivo saber que (marrrrdita sea) cuentas con una tendencia real a, incluso llevando una vida sana, conservar un michelín rebelde en la tripa o pérfida celulitis en los muslos, y que ni eso es un problema de salud ni es obligatorio que te tortures por ello. Puedes aceptarlo o no, pelearlo o no, pero que ningún anuncio de la tele te convenza de que es enfermizo, porque no lo es.

Yo sé que tengo una facilidad pasmosa para engordar, así que me he puesto las pilas porque estoy frita de aguantar dolor de huesos (cualquier ayuda para los huesos es poca si vives en una tierra tan húmeda!!!) También sé, porque lo he comprobado, que durante la ovulación soy capaz de subir tres kilos de líquidos de una semana para otra (y que desaparecen con unas mínimas ayudas, como beber infusiones, por ejemplo, o caminar). Me niego a resignarme y seguir inflándome cual globo. Evito lo que me sienta mal y tiro de lo que me va bien. Y funciona. Que es un rollo y molaría más poder comer como una lima y estar flaquita, como me pasaba a los 18? Sip, pero no me sirve de nada lamentarme, simplemente ya no funciona así y está en mi mano controlarlo. Eso sí, no me preocupa si mis hormonas se empeñarán en que tenga más celulitis que otras mujeres. Si estoy igual de sana que ellas no es preocupante ser menos estética que ellas. A lo mejor ellas tienen arrugas porque su piel es más seca que la mía, y tampoco eso es una enfermedad.

(Desde que empezamos a comentar el tema he adelgazado casi doce kilos, para que veas que la información ayuda mucho. Tengo fases de bajar con más facilidad y fases en las que voy leeeenta o hasta me estanco, pero sigo en ello y voy sin prisa y sin pausa. Funciona, simplemente. A mi ritmo, que ni es el de mi vecina ni el de mi primo. Es el mío, así que juego con lo que tengo, que es lo que creo que se debe hacer)

En fin, que muchas gracias por la información!!!

Juan dijo...

Exactamente ese es el espíritu con el que hay que afrontar la salud, Lenka. En todos los sentidos.

Has puesto tu cerebro a trabajar a tu favor y de esta manera vas a estar mucho mejor.

No sirven las lamentaciones ni las preocupaciones, sólo sirve actuar.

En el tema de la obesidad hay dos vertientes claramente diferenciadas: la salud y la estética.

Para un estado bueno de salud cinco Kg de más no influyen en nada ni hay que obsesionarse. De hecho, lo que se llama sobrepeso (un BMI por debajo de 30) no ha demostrado que empeore significativamente nuestro bienestar.

La estética sin embargo no entiende de salud sino de tendencias y, lo que hoy es horrible, ayer y mañana pueden ser los paradigmas de la belleza. Además, lo que para unos es feo para otros es bello.

La figura ideal es una trampa en que, si caemos, a buen seguro vamos a perder calidad de vida.

Un abrazo y me alegro de esos 12 Kg. Eres una brava.

Lenka dijo...

Brava, sí, pero qué leeeenta!!! A veces pierdo la paciencia al ver lo despacio que voy, pero no me rindo. Lo único que me desalienta un poco es saber que esta pelea es pa siempre jamás. Que no es un "bajo equis kilos y ya está", sino cuidarse siempre, porque siempre anda mi alma camellil empeñada en retener litros y litros de líquidos. Pero bueno, tampoco hay de qué quejarse, porque muchas personas viven con cosas más complejas (y hasta peligrosas para su salud) y lo llevan con alegría. Así que nada. Palante!

Anónimo dijo...

Hola Juan

Te leo desde hace un tiempo y te agradezco mucho la sencillez con la que tratas los temas para acercarlos a la capacidad de entendimiento que tenemos los legos en medicina.
Hoy me atrevo a escribirte porque quisera hacerte una pregunta sobre las máquinas oscilantes. Padezco fibromialgia y, como bien sabrás, me produce unos dolores musculares muy fuertes. El asunto es que cuanto estoy desesperada suelo pedir a mi familia que me de algún masaje, y con el que experimento algún alivio, al menos momentáneo, es con el meneo, osea el movimiento de un lado a otro de cualquiera de mis pedazos de carne doloridos.(He intentado encontrar otra palabra que defina el tipo de masaje, por parecerme poco seria, pero no lo he conseguido)
Al ver las máquinas esas oscilantes que tanto nos quieren meter por los ojos me da la sensación que podrían servirme de mucho, pero es que cada vez me fío menos de las campañas de publicidad y como mi economía no es nada bollante, me gustaría saber la opinión de un profesional médico sobre el impacto que pueden causar en una persona con fibromialgia antes de meterme a comprarla. Tengo miedo a que mis cervicales o articulaciones se resientan intentando relajar mis músculos y te agradecería mucho tu opinión, que sé que será del todo sincera y profesional.
De antemano muchas gracias.

Juan dijo...

A mí no me hacen gracia estas máquinas. No son malas, pero tampoco consiguen ni la décima parte de lo que prometen.

Te recomedaría que fueses a un gimnasio e hicieras un ejercicio físico suave, adecuado a tus condiciones físicas. Te saldrá más barato y, sobre todo, más eficaz.

Anónimo dijo...

Exsisten medicamentos q hacen menos tormentoso el prosceso y acortan el tiempo en la reduccion de peso corporal, desafortunadamente estos son controlados con recetas y los facultativos son reacios a proporcionarlas aun cuando la salud del paciente esta seriamente afectada por el sobre peso. Liz.

Juan dijo...

Es cierto Liz, hay medicamentos con una eficacia aceptable, pero como todos los medicamentos también tienen efectos secundarios y no todo el mundo los puede tomar.

Un abrazo